martes, 3 de marzo de 2015

PUENTE DEL HACHO

El puente del Hacho está situado en el punto kilométrico 104,4 de la línea férrea Almería-Linares, en el municipio de Guadahortuna (Granada), junto a la pedanía del mismo nombre —El Hacho, ya en el término municipal de Alamedilla— y es el más largo de cuantos constituyen la red ferroviaria española.
       

Proyecto

En 1889 se creó la Compañía de los Caminos del Sur de España, que encarga su obra a la empresa francesa Fives Lille, que construyó el Puente Del Hacho cerca del límite con la provincia de Jaén, en el TM de Guadahortuna y justo en el límite con el TM de Alamedilla, en la línea férrea de Almería - Linares/Baeza, a la salida de la estación de Alamedilla y Guadahortuna.
El proyecto del mencionado puente fue encargado al estudio de Gustave Eiffel, y fueron sus alumnos y colaboradores Duvel y Butilia quienes, bajo la dirección y supervisión de Eiffel, realizaron el mencionado proyecto; a principios de la década de los 90 ya estaba concluido. El puente del Hacho tiene una estructura similar a otras obras realizadas por el mismo estudio, como la Torre Eiffel o el Puente de San Juan en Oporto.
Los trabajos de construcción del Puente del Hacho durarían hasta finales de 1897. Se puso en servicio por primera vez el 22 de marzo de 1898.


Construcción

Es una estructura metálica de 624,6 metros de longitud y una altura de 49,85 metros en su parte más alta, realizada exclusivamente con perfiles estructurales del tipo: ángulo, pletina y “U”, cosidos con roblones.
La mencionada estructura está formada por tres vigas diferenciadas apoyadas sobre once pilastras. Una viga central de 486m de longitud, con 8 vanos de 60,75m cada uno, que descansa, excepto en sus extremos, sobre 7 pilas metálicas con basamento de fábrica. Las otras dos vigas son dos pequeños viaductos de acceso, el del lado de Linares con 102 m, formado por tres vanos de 34 m cada uno, y el del lado de Almería con un solo vano de 34 m. Ambos descansan sobre pilas de fábrica, de las cuales los pilares internos hacen de estribo común para con la viga central. En los extremos del puente, los viaductos de acceso descansan sobre sendos estribos macizos de fábrica.
Al objeto de visitar fácilmente y sin el menor peligro todas las partes metálicas de la obra, y practicar cuando sea necesario la reparación del roblonado, se colocó una pasarela en la base de los tramos del viaducto principal y en la parte central del mismo, que permite recorrerlo en toda su longitud. De la mencionada pasarela puede subirse al nivel del carril a través de una escala metálica colocada en cada extremo de la misma y acceder a cada una de las pilas metálicas mediante una escala de hierro que permite la bajada hasta los basamentos de fábrica.
El engrapado de las pilas en el basamento de fábrica se obtiene por medio de un sólido tirante, situado en el eje del montante y unido a éste en la parte superior que cruza la fábrica en una especie de vaina de hierro fundido, que viene a unirse, por medio de un fuerte patín de acero con tuerca, a una doble viga de hierro en I transversales, coronados estos mismos con placas de acero fundido.
El basamento, construido para resistir esfuerzos verticales u horizontales, está constituido por un macizo de fábrica de mampostería, con paramentos de sillarejos en hiladas concertadas, unidas con mortero de cal de Teil, que forma un verdadero monolito, con casi uniformidad de resistencia. Su peso, de 246 Tm, genera un coeficiente de seguridad de 2,15, más que suficiente para asegurar la estabilidad de la pila.
Las pilas metálicas, construidas de hierro, son del tipo clásico, con charnela de giro sobre el eje de apoyo y grapas en el macizo de fábrica, que sirven de base a la parte metálica.


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